Implementar un enfoque de juego centrado en la creatividad puede enfrentarse con ciertas resistencias, especialmente en entornos educativos tradicionales. Sin embargo, la solución reside en la capacitación de los educadores y en la adaptación gradual de los currículos. De esta manera se incluirán actividades que promuevan la creatividad a través del juego. Además, es esencial ajustarse a los recursos disponibles, buscando siempre maximizar su utilidad para estimular la mente de los niños.

Por lo tanto, fomentar la creatividad a través del juego es más que una actividad educativa; es una inversión en el futuro de los niños. Al proporcionarles las herramientas adecuadas, como juguetes que estimulen su imaginación y pensamiento crítico, estamos abriendo un camino hacia su éxito personal y profesional. Además, la creatividad no solo mejora sus habilidades cognitivas, sino que también enriquece su bienestar emocional y social.